jueves, 29 de abril de 2010

LAZOS DE SANGRE

“LAZOS DE SANGRE”. ANGEL ALCALDE FERNANDEZ. INSTITUCION “FERNANDO EL CATOLICO”. DIPUTACION DE ZARAGOZA. 2010.
Con el subtítulo de “Los apoyos sociales a la sublevación militar en Zaragoza. La Junta Recaudatoria Civil (1936-1939)”, se nos despierta el interés por el excelente trabajo mostrado por su autor. Este trabajo está basado en una tesis, dirigida por la prestigiosa profesora Angela Cenarro, en septiembre de 2008, ante un tribunal en la Universidad de Zaragoza, que le otorgó la máxima calificación. El mismo trabajo estuvo becado por la Institución “Fernando el Católico”, de la Diputación de Zaragoza y el Gobierno de Aragón. A través de sus páginas el autor saca a la luz gran cantidad de documentación no publicada hasta la fecha, junto a la prensa de la época, que es considerada, en este trabajo, un caudal inagotable de datos. El libro está estructurado en 3 partes: la primera dedicada al sangriento año de 1936, el segundo al período de 1937-38, y el tercero a 1939 y años de posguerra. A través de sus páginas se visiona a la sociedad zaragozana de la época anterior al estallido del conflicto bélico, con sus asociaciones, organizaciones, grupos de presión hasta el golpe de 1923, que sirve de anestesia, por el régimen de Primo de Rivera, hasta la implantación republicana, el resurgir de los grupos derechistas, resultados electorales que giran hacia la izquierda en la capital y hacia la CEDA en la provincia. Se observa, entre sus páginas, la actitud de las clases medias y otros grupos sociales, tras los primeros momentos del golpe de julio de 1936, un tema poco estudiado, a nivel local y provincial. Se ofrece un tinte telegráfico a los aspectos de la sublevación, ya que se tienen datos de los muchos civiles que entraron en dependencias militares a tomar las armas con objeto de realizar las tareas más ingratas, como fue el control de la represión, mientras los militares tardaron un tiempo prudencial en salir de sus cuarteles. A través de la prensa de la época puede apreciarse, con todo tipo de detalles, la relación casi nominal de los participantes de aquellos días y posteriores. Se narra cronológicamente la fundación de la Junta Recaudatoria Civil de la Defensa Nacional, surgida con el fin de unificar la recaudaciones con que hacer frente a las necesidades de las fuerzas armadas y milicias civiles que apostaron por la sublevación. Se remarca el papel desarrollado por la entidad formada ya que fue su actuación fundamental para el triunfo de los sublevados; se ofrece la composición exhaustiva, tanto a nivel local como en pueblos alejados a través de diversas Comisiones Locales Recaudatorias. Se ofrece un curioso listado, donde aparecen desde quien donó toda su fortuna valorada en un millón y medio de pesetas de la época, a personas de la aristocracia, nobleza, comerciantes, junto a su sinfín de anécdotas como el de la familia de Buñuel, o el churrero que entregaba 100 churros diarios destinados a los hospitales militares, la propietaria de una muy conocida casa de prostitución, talleres donde se trabajaba una hora más diariamente, hasta presos izquierdistas que hicieron llegar su contribución a los sublevados, junto a quienes entregaron sus alianzas de oro, las Medallas de Oro de la Ciudad, niños que entregaban sus juguetes. Se da cuenta de las vivencias de algunos refugiados, la necesidad de tener que pagar tributos por ser considerados de izquierdas o no simpatizantes, varias postulaciones con huchas, la necesidad de vestir la camisa azul protectora o el verse obligado a ingresar en el Ejército, con objeto de salvar la piel. Se describen las necesidades inherentes y los repartos durante la posguerra. Se ofrece una geografía estadística de la localización ciudadana de los falangistas a nivel zaragozano, así como los barrios donde se vivió con mayor entusiasmo la sublevación. A través de sus páginas se observa la red de intereses relacionados entre sí y muy conectados con los grupos políticos protagonistas de la sublevación. En los anexos se ofrecen gran cantidad de imágenes relacionadas con el tema tratado, donde aparecen listas nominales de colaboradores, la composición de la JRC, de personas en grupos partidarias de la sublevación, documentos que prueban la relación de los contribuyentes. Libro, de excelente calidad, que presenta un tema novedoso, con un buen número de anotaciones a pie de página, que harán las delicias de los lectores. Libro enteramente recomendado para los amantes de la historiografía de la Guerra civil, la historia local y la historia de Aragón.

sábado, 24 de abril de 2010

MANUEL CASANOVES CASALS

Olesa de Montserrat (Barcelona), 31 de agosto de 1927. Ingresó en la Orden religiosa de los Claretianos. Con el tiempo tuvo que exiliarse. Un abogado británico llamado Peter Benenson, fundador de Amnistía Internacional, leyó un día en la prensa que unos estudiantes portugueses habían sido encarcelados por brindar por la libertad en su país. El 28 de mayo de 1961 publicó el artículo” Los presos olvidados” en el diario ”The Observer”. En él instaba a personas de todo el mundo a actuar para conseguir la excarcelación de seis reclusos a los que denominó "presos de conciencia": personas encarceladas por sus convicciones políticas, religiosas u otros motivos de conciencia, que no han recurrido a la violencia ni propugnado su uso. Se trataba, en palabras del propio Benenson, de "una iniciativa en Londres de un grupo de abogados, escritores y editores que comparte la convicción expresada por Voltaire: ´Detesto tus ideas, pero estoy dispuesto a morir por tu derecho a expresarlas´". La respuesta fue contundente: más de un millar de lectores participaron en esa acción. Uno de ellos fue el catalán Manuel Casanoves Casals, fundador en Cataluña y España de Amnistía Internacional. Después de la muerte de Franco, el 12 de marzo de 1976, participó en una de las primeras reuniones en Barcelona para iniciar una campaña contra la tortura en Uruguay. Este fue el origen de la organización en España. Se reunieron unos jóvenes por primera vez en Barcelona. A esta reunión siguieron otras, comenzando a tomar parte asociativamente en campañas contra la tortura en Paraguay, Uruguay, China. Sin estar legalizados empezaron a tener un poco de voz en España. El mismo año de 1976 asistió una delegación española al Congreso Internacional de Amnistía Internacional que se celebró en Estramburgo, en la sede parlamentaria del Consejo de Europa. La delegación fue muy bien recibida, con fuertes aplausos, ya que venían de un país por el que miembros de Amnistía Internacional habían trabajado durante muchos años. El 15 de julio de 1978 se celebró la Iª Asamblea Constituyente de Amnistía Internacional en Barcelona, donde Manuel Casanoves resultó elegido presidente para España. Aquel pequeño germen que impulsó el claretiano, 3o años más tarde contaba con una organización de más de 58.000 colaboradores, 11000 de ellos en Cataluña, así como 1800 activistas capaces de movilizar a millones de personas para defender los derechos humanos en todo el mundo. Su fundador afirmaba que “Creo que Amnistía es la voz de la conciencia”. También fue presidente de la Asociación Catalana de Esperanto y pronunció el discurso en 1978 de los recuperados Juegos Florales Internacionales, en la ciudad de Tortosa, que no se celebraban desde 1936. Falleció en la residencia de la Congregación, sita en C. Nápoles nº 346, de Barcelona, en la madrugada del 15 de abril de 2010. Fue enterrado en el Cementerio de Montjuïc.

jueves, 8 de abril de 2010

MANUEL ESPIÑA GAMALLO

Folgoso–Cerdedo (Pontevedra) 25 de julio de 1933. Tras realizar sus estudios primarios en Folgoso y Presqueiras con un profesor particular, ingresó en 1945 en el Seminario de San Martín Pinario de Santiago. En 1951 pasó a la Universidad de Comillas (Santander), donde realizó un curso de Humanidades y las licenciaturas en Filosofía y Teología. El 29 de marzo de 1959 fue ordenado sacerdote en Comillas por el Nuncio. Su primer destino fue como vicario parroquial en Santa María de Azongue de la ciudad de Betanzos (de 1959 a 1962) y su segundo nombramiento fue en 1962 como director espiritual del Seminario Menor de Belvís en Santiago, donde consiguió acabar con los castigos impuestos por hablar gallego. En 1965 consiguió por oposición una canonjía en la Real Colegiata de A Coruña y comenzó a dar clases de Latín, Griego y Francés en el Seminario – Hogar de Santa Margarita de A Coruña y de Religión en la Escuela de Magisterio. Entre 1966 a 1999 impartió clases de Teología Católica y su Pedagogía y Didáctica así como Historia de las Religiones en la Facultad de Ciencias de la Educación de A Coruña. Colaboró en la primera traducción completa de los Evangelios al gallego con la edición del libro “A Palabra de Deus” y en 1966 colaboró en la primera misa fija en gallego en las Capuchinas y en el primer misal gallego con su compañero Morente, por lo que en 1968 reciben el primer Pedrón de Oro. Se hizo célebre por ser el primer sacerdote en oficiar una misa en lengua gallega junto con su compañero José Morente. Además de por su defensa inquebrantable del idioma gallego, Espiña se destacó en su labor pastoral por la renovación del mensaje de la Iglesia ya desde los tiempos de la dictadura franquista, lo que le hizo correr serios riesgos con la jerarquía eclesiástica. En 1969 fundó la Asociación Cultural de Profesores y sacaron el libro Picariños y la cooperativa de libros CODELI. El 4 de enero de 1970 inició la sección “Outeiro de San Xusto” en el periódico “La Voz de Galicia”. En el año 1972 puso en marcha en A Coruña la comunidad cristiana “Home Novo”, con un marcado carácter progresista y que le enfrentó con la ideología defendida por el Vaticano. En 1971 realizó el libro “Consellos” con sus alumnos de Magisterio. Presidió desde 1978 el Patronato de la “Fundación Labaca” y la “Hermandad Médica Paulino”. Siempre dio las clases en gallego, su mayor satisfacción. En los años 1978 y 1981 fue invitado a presidir las Jornadas Patrióticas Gallegas en Argentina y Uruguay. En 2005 publicó el libro "Tierra Santa", Diario de una peregrinación a Tierra Santa y de un curso bíblico en Jerusalem. Falleció en Cercedo el 28 de febrero de 2010.

miércoles, 7 de abril de 2010

GUILLERMO LUCA DE TENA Y BRUNET


Madrid, 8 de junio de 1927. Fue nieto del fundador de “ABC” y “Blanco y Negro” e hijo de académico y escritor. Estudió sus primeros cursos en Francia y, posteriormente, el bachillerato en San Sebastián, durante la Guerra Civil española. En esta época viajó a Madrid, donde terminó el bachillerato en el colegio del Pilar y, más tarde, se licenció en Derecho por la Universidad Complutense y se diplomó en Periodismo por la Escuela Oficial de Madrid. Más tarde, se trasladó a Gran Bretaña para estudiar inglés, así como francés y alemán. Comenzó su carrera periodística en “ABC” de Sevilla, primero como gerente entre 1953 a 1957, y luego como director del periódico, hasta 1962. En este último año fue designado consejero delegado de “Prensa Española”, por lo que tuvo que regresar a Madrid. En ese mismo año fue nombrado director de “Blanco y Negro”, cargo que ocupó hasta marzo de 1975. Durante este periodo fue elegido, en febrero de 1972, presidente del Consejo de Administración de “Prensa Española SA”., así como presidente de la Comisión Ejecutiva de la empresa. Fue también el primer presidente en España del Instituto Internacional de Prensa. Desde 1966 a 1969, como ferviente monárquico, fue miembro del Consejo Privado y del Consejo Político de Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona y en junio de 1977, designado senador real en las Cortes Constituyentes (1977-1979). En octubre de 1977, se hizo cargo de la dirección de “ABC”, al frente de la cual estuvo hasta el mes de enero de 1983, en que el Consejo de Administración de “Prensa Española” y su Junta de Fundadores lo designó presidente-editor de “Prensa Española SA”. En septiembre de 1998 anunció su renuncia en los puestos de presidente y editor de “Prensa Española” y fue nombrado presidente de Honor de “Prensa Española” y presidente de la Junta de Fundadores. Fue nombrado presidente de Honor de “ABC”. Estaba en posesión de las Grandes Cruces de la Orden del Mérito Civil y de Alfonso X el Sabio, así como de la Medalla Constitucional. Fue autor de la obra «El papel de la Prensa en la consolidación de la Democracia» (1980). En mayo de 1993, fue uno de los firmantes de la Declaración de Madrid en defensa de la libertad de expresión. Su Majestad el Rey le concedió en 2003 el título de Marqués del Valle de Tena, con Grandeza de España. Pertenecía al Patronato de los Reales Alcázares de Sevilla y al de la Fundación Príncipe de Asturias. Falleció en Madrid el 6 de abril de 2010.